Querido Amigo o enemigo (que, para todos, son mis deseos):
Permíteme desearte, para este Año que ya comienza, que puedas vivir el Amor con toda la PASIÓN de la que seas capaz; que tengas la fortaleza para saber sobreponerte si el amor se acaba; y, sobre todo, si eso ocurriera, que sepas hallar la fórmula de la GENEROSIDAD para evitar que el rencor anide en tu corazón.
Te deseo que camines la Vida con SABIDURÍA, paso a paso, aprendiendo no sólo del placer, sino también del dolor que acompaña a los años. La PACIENCIA para no intentar llegar demasiado pronto y la DILIGENCIA suficiente para no retrasar la llegada; pues, si es un error querer madurar con prisas, también lo es intentar el regreso a la Juventud. Por tanto, te deseo la MADUREZ suficiente que te haga comprender lo hermoso que resulta vivir plenamente lo que nos trae cada tiempo.
También te deseo la OPORTUNIDAD de ver crecer y poder cuidar a un ser vivo –a cualquier ser vivo-, para hallar la capacidad de percibir la importancia que tienen tantas vidas que nos rodean y dependen de nosotros.
Te deseo que tengas buena SUERTE para hallar los mejores compañeros de viaje para que, cuando andes perdido, puedas tener quién te ayude a buscarte y en quien encontrarte.
Te deseo la fortuna de hallar la mirada de alguien en la que puedas mirarte y, desde la cual, siempre puedas recomenzar el Amor.
Te deseo que sepas mantener tu CONCIENCIA de Hombre con plena nitidez y el COMPROMISO que te haga descubrir –cada día de este 2016- a los seres que son tratados con injusticia y que necesitan de nosotros.
Te deseo, en fin, ahora que comienza el IV Centenario de la muerte de Cervantes que, aunque te veas forzado a vivir como cualquier Alonso Quijano, nunca dejes de intentar el sueño de un Quijote.
Feliz Año 2016.