El Ayuntamiento de Écija va a pedir a la Junta de Andalucía que se cumpla con la legislación vigente en materia de patrimonio, e inste a los propietarios del convento de San José, conocido popularmente como “Las Teresas” a que abra sus puertas para visitas públicas al menos cuatro días al mes como está estipulado.
La propuesta la ha presentado como moción el Grupo municipal andalucistas, donde su portavoz, Mónica Bascón, ha defendido la misma recurriendo a la reivindicación del «derecho de todos los ecijanos a que se respete y proteja el patrimonio histórico y cultural, tanto material como inmaterial», recordando en este sentido las noticias conocidas tras la marcha de la congregación religiosa, del traslado a un lugar sin determinar del bienes muebles del convento.
Según recoge la moción, con ella se persigue que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía a que inste a la propiedad a proceder a la apertura del inmueble al público y de forma gratuita durante los días del mes que establece la legislación, y la apertura para la investigación. Por último solicitar al ayuntamiento la inclusión del convento en la relación de monumentos visitables de la ciudad.
El resto de grupos de la Corporación Municipal han apoyado la moción e incluso, en el caso de IU, se ha propuesto el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles antes la falta de actividad religiosa desde la marcha de la congregación. Esta medida, en opinión de IU, podría servir como medida de presión.
Por su parte el PSOE considera necesario que los acuerdos se alcancen entre todas las partes implicadas, situando como ejemplo el convenio de la iglesia de “Los Descalzos”. En este sentido la portavoz del Grupo andalucista se ha mostrado receptiva a cualquier tipo de modificación siempre que redunde en el beneficio de la ciudad.
PP, Écija Puede y Fuerza Ecijana también han votado a favor de la moción, de la que solo han propuesto la modificación de algunos términos.
El convento de San José “Las Teresas”, se localiza en un palacio del Conde de Palma, un edificio de estilo mudéjar del siglo XIV en pleno centro de la ciudad. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931 y acoge la orden de clausura de las Carmelistas Descalzas desde 1643, hasta marzo de 2015 en el que las últimas monjas se marcharon del convento.
