Han pasado casi dos meses desde que, el que está llamado a ser un pequeño bosque a la entrada de Écija, comenzara a acoger la plantación de los primeros árboles y arbustos. Aún son pequeños, pero las lluvias de las últimas semanas les ha servido para crecer un poco, arraigarse en el terreno, e incluso –en algún caso-, florecer.
Esta iniciativa forma parte de una colaboración público-privada: por una parte el Ayuntamiento de Écija autoriza el uso de un espacio de la ciudad, y una empresa privada lleva a cabo una acción con fines medioambientales, en este caso la creación de un bosque que de momento cuenta con unos 300 árboles, pero que se espera que alcance el millar antes de final de año.
La empresa que lo promueve quiere transmitir un mensaje sobre la importancia de llevar a cabo acciones de este tipo para reducir los niveles de CO2, ya que los árboles absorbe CO2 y emiten oxígeno. También supone una reducción de C02, en este caso porque no se produce, el uso de energías renovables, sector al que se dedica la empresa que promueve esta iniciativa en Écija.
Hacer entender y concienciar sobre la importancia de reducir los niveles de CO2 y el papel fundamental que en ello juegan espacios como estos, es otro de los objetivos de la iniciativa.
Visita
En este sentido dos aulas de la Escuelas Profesionales Sagrada Familia “SAFA”, de Écija, han acudido este jueves hasta el futuro bosque, para conocer de manos de la empresa especializada en la reforestación de espacios como este, las distintas especies que se han plantado, sus características y el entorno donde viven “todo lo que hacemos es mucho más fácil que tenga durabilidad en el tiempo y consolide una serie de valores si lo hacemos con los menores”, apuntaba el delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Écija, Sergio Gómez, quien ha asistido a esta visita.
Tras una primera inspección, los responsables de la empresa que ha llevado a cabo la plantación valoran positivamente el resultado que se está consiguiendo, así como el hábitat que se está creando que servirá en los primeros años de vida para proporcionar a los nuevos árboles de sombra durante la época de altas temperaturas y protección ante las heladas en invierno.