El Hospital de Osuna, dentro de cuya área sanitaria se encuentra Écija, ha implantado recientemente la técnica de ganglio centinela para la cirugía de tumores de mama, un procedimiento que realizó el pasado jueves por primera vez con la intervención quirúrgica de una paciente. Gracias a esta técnica se evita la extirpación de los ganglios axilares (de la axila) si éstos no están afectados por células cancerígenas.
Según informó la Delegación de Salud, este tratamiento es más efectivo y seguro, ya que evita una de las complicaciones evolutivas más frecuentes, el linfedema, que consiste en una molesta hinchazón del brazo contiguo a la mama operada, a consecuencia precisamente de la extirpación de los ganglios de la axila.
Además, destacó que ha establecido un circuito perfectamente integrado, en virtud del cual las mujeres subsidiarias de la técnica de ganglio centinela son citadas en el servicio de Medicina Nuclear del Hospital Virgen del Rocío de la capital, donde se les inyecta el líquido con isótopos radiactivos que permitirán localizar con precisión el ganglio.
Posteriormente ingresan en el Hospital de Osuna para ser operadas al día siguiente por los especialistas cirujanos de este centro. En la intervención está presente un médico del Virgen del Rocío, que se desplaza al efecto para detectar el ganglio centinela, que es extirpado y analizado en pocos minutos en el laboratorio de anatomía patológica. En función del resultado del estudio, los cirujanos prosiguen la intervención extirpando o no el resto de ganglios próximos al tumor.
De otro lado, Salud recordó que la medida más efectiva para detectar y tratar con éxito el cáncer de mama es el diagnóstico precoz, a través de las mamografías. Por ello, recomendó la realización de mamografías periódicas a mujeres de entre 50 y 69 años.
Balance 2007 programa de detección precoz
El pasado año, el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama realizó en los municipios del Área Sanitaria de Osuna un total de 2.919 mamografía a mujeres de esas edades, de las cuales 176 requirieron de estudio y seguimiento posterior, detectándose tres casos de cáncer.
El procedimiento clásico de intervención de los cánceres de mama recomendaba extirpar, junto a la propia masa tumoral, toda la cadena de ganglios linfáticos que se sitúa en la axila, a través de la cual se diseminan las células tumorales por el resto del organismo, cuando el cáncer está avanzado.
Esta práctica sistemática pretendía la prevención de metástasis, aunque tenía el inconveniente de bloquear la circulación del tejido linfático del brazo de la mujer operada, produciendo el citado linfedema.
Con la moderna técnica del ganglio centinela, a través de isótopos radiactivos inyectados en la zona tumoral, se detecta cuál es el ganglio más inmediato por el que tienen que pasar las células malignas para diseminarse por el cuerpo. Se extirpa sólo este ganglio y se analiza microscópicamente, de tal forma que si aún no está afectado, no es necesario extirpar más ganglios.
Únicamente en el caso de que el ganglio centinela esté invadido por células tumorales se recomienda extirpar toda la cadena de ganglios de la axila, para impedir la proliferación del tumor a través de esta vía.
En la actualidad, la mayor parte de los tumores malignos de mama son detectados en fases iniciales, gracias a los programas de revisiones periódicas y a la atención inmediata de las mujeres que presentan sintomatología en sus pechos. De hecho, se estima que más de la mitad de las operaciones de cáncer de mama pueden beneficiarse de la aplicación de la técnica de ganglio centinela.