De poco sirve el punto que el Écija se ha traído de tierras granadinas, ya que, aún existiendo opciones matemáticas, la clasificación para jugar la próxima edición de la Copa de S.M. el Rey, se ha complicado mucho.
El partido comenzó con la intensidad por parte del conjunto local, esa intensidad que te proporciona el ver como finaliza la competición y necesitas los puntos que te salven la temporada. Un ejemplo de ello es el primer disparo del Loja por medio de Gato cuando apenas se había disputado un minuto. La respuesta del Écija tuvo que esperar hasta pasar los cinco primeros minutos con un disparo de Rubén Cruz que se marcha alto, a partir de ese momento la impresión era que los astigitanos dominaban más el juego, aunque el jugador local Gato, se mostraba como uno de los más activos del partido.
En la segunda parte el Loja comenzó de nuevo con más control del balón, en el Écija en cambio se veía precipitación que se reflejaba en poco tiempo de control del esférico. Los granadinos comprobaban que sus cartuchos en la Segunda B se iban consumiendo, e imprimieron mayor ritmo al encuentro y pasada la media hora de la segunda mitad, algunas acciones llevaban el peligro a la meta de Ramón. Cuando faltaba algo más de diez minutos para el final, el Écija se dio cuenta que el empate no servía y le dio un giro de tuerca para intentar sacar algo más que un punto, principalmente por medio de Ayina, pero no pudo ser y los últimos minutos se convirtieron en un toma y dáca.
El Écija finaliza la jornada con 50 puntos en octava posición.