El Écija está bebiendo de su propia medicina. Si hace unas jornadas era el conjunto astigitano el que sentenciaba al final, en el descuento, ahora, en ese mismo periodo de tiempo, pierde partidos que al menos, el de este domingo ante el Alcalá, merecía haber ganado.
El Écija comenzaba dominando el encuentro y cuando apenas se había disputado el primer cuarto de hora ya había contado con tres opciones de adelantarse en el marcador. Todo siguió igual, con dominio principalmente local, en el ecuador de la primera parte. Según se acercaba el descanso el juego del conjunto local bajo de intensidad y apenas volvió a crear oportunidades.
La segunda mitad no difería mucho del final de los primeros 45 minutos hasta que se jugaron diez, cuando el Écija volvió a crear opciones, y momento desde el que no volvió a levantar el pie pero sin suerte, sin conseguir batir la portería rival. Cuando todo apuntaba a sumar un solo punto de este encuentro, cuando el árbitro ya se disponía a pitar el final, el Alcalá lanzó un jarro de agua fría sobre el conjunto astigitano y su afición, que veía como se repetía la historia de la pasada semana y en el último suspiro se escaba el empate.
Esta derrota pone muy difíciles las cosas a los astigitanos para sus aspiraciones de jugar la copa y luchar por los puestos de liguilla.