Así están las cosas -nadie lo diría si hablamos del vigente campeón del grupo IV-, tras el empate del Écija ante el Polideportivo Ejido, dejando a l equipo astigitano dependiendo de si mismo para conseguir la permanencia en la Segunda División B. Y es que a los de Oli solo les vale la victoria para respirar tranquilos, aunque un empate e incluso la derrota, le podría dar el pasaporte para una temporada más en la división de bronce, pero en estos últimos casos ya se tendría que depender de terceros. El Écija ganando, suma 43 puntos y la permanencia, en caso contrario habría que esperar los resultados de Lucena (39), y San Fernando (38).
Para la última jornada el Écija juega en casa, aunque este no es un punto a su favor, ya que no vence en el San Pablo desde el 15 de marzo, desde entonces ha conseguido dos empates y una derrota. También en contra del equipo astigitano están los resultados de su más inmediato perseguidor, el Lucena, que suma 39 puntos y ocupa el puesto de promoción. Los lucentinos han puntuado en las últimas tres jornadas, consiguiendo dos victorias y un empate, aunque la liga la finalizan en Cuenca. Por otro lado esta el San Fernando, que también cierra la campaña en casa, pero que lo tiene muy difícil, ya que tendría que sumar una victoria, y esperar a que, Lucena y Écija, perdiesen para garantizarse la permanencia, aunque han perdido los últimos nueve puntos en juego. Los de la isla se lo juegan todo ante el Puertollano, y solo les vale ganar y esperar.
Aunque estos son los tres equipos más implicados, tampoco se salva del abismo el Antequera, que suma los mismos puntos que el Écija y que –al igual que el equipo astigitano- depende de si mismo para seguir un año más en la Segunda División B.
De todos los implicados, Antequera y Écija, son los mejor colocados, pero distintos factores hacen que nadie este seguro en la división de bronce, hasta el pitido final.