El equipo astigitano venció con algunos problemas a los de la ciudad autónoma en un partido marcado por la intensidad y que certifica la salvación para los astigitanos y el descenso a Primera Nacional de los melillenses.
El partido transcurrió como se esperaba, con un Pabellón de la Alcarrachela a reventar de público y con amplia presencia de aficionados de Melilla desplazados para la ocasión. El primer cuarto fue un “toma y daca” de ambos conjuntos con un Melilla que quería marcharse de Écija con una victoria y esperar resultados y un Écija Cajasol con muchos nervios mantenía el tipo gracias a los triples de Rufo 24-20.
En el segundo cuarto los melillenses aprovecharon el desconcierto del equipo astigitano merced a que Renan se encontraba en el banquillo con dos personales y debido a la fuerte tromba de agua que caía en la ciudad de las torres más de una vez fallaba el marcador que cortaba el ritmo a los cajistas, pero no sólo fue eso, sino los 6 tripes que anotaba desde la esquina Martínez para melilla que hizo que se fuera al descanso con una diferencia de 7 puntos 41-48.
Pero tras el descanso el Écija Cajasol tiró de casta y con el apoyo de la afición que no paró ni un segundo de animar a su equipo consiguió reducir la diferencia e incluso aumentarla a 3 puntos, pero un último esfuerzo de los melillenses de la mano de Al-Hammouti y de una falta antideportiva señalada a Jonathan Enríquez hizo que al final del tercer cuarto se reflejara en el electrónico un 67-67 que presagiaba un final agónico.
En el último cuarto ya las fuerzas flaqueaban para ambos conjuntos y ahí fue donde Fernando Carmona venció a su homónimo melillense, con una extraordinaria maestría a la hora de rotar a sus jugadores y a su vez la magnífica dirección de Fran Cárdenas y Arturo Fernández hizo que los ecijanos de marcharan en el marcador en los momentos finales del encuentro consiguiendo así que Écija pueda tener un año más su nombre en letras mayúsculas en el panorama baloncestístico nacional.