Según recoge la Real Academia Española, un cicerón es una “persona que acompaña a los visitantes de un lugar y les explica lo más notable o interesante de este”. Esto es precisamente lo que harán alumnos del colegio María Auxiliadora, Salesianas de Écija, con aquellas personas que quieran visitar su colegio, el cual está ubicado en un edificio del siglo XVI; el convento de Nuestra Señora de la Merced.
Esta iniciativa lleva por nombre “Un tesoro a la vista de todos”, en ella participan alumnos de 5º y 6º de educación Primaria, y todo el ciclo de educación Secundaria, de 1º a 4º curso, y se enmarca dentro del programa Innicia, Cultura Emprendedora, de la Junta de Andalucía.
A diferencia de otros edificios históricos de la ciudad, como iglesias o palacios, los conventos han sido siempre espacios más cerrados a la ciudadanía, si a esto se le añade la labor educativa como centro de enseñanza, como es el caso del convento de la Merced, la posibilidad de conocerlo interiormente es más limitada.
Ante esta situación, y siendo conocedores de la historia y arquitectura que conserva el convento, el claustro de profesores planteó la posibilidad de combinar visitas externas con el desarrollo de competencias en distintas materias del alumnado.
Con esta base se diseña la idea de realizar visitas guiadas al convento por medio de los alumnos, y se plantean distintos grupos de trabajo para consolidar el proyecto.
De este modo, los alumnos de 5º y 6º de educación Primaria han recibido formación de diseño gráfico y la creación de logotipos, serán ellos los encargados de diseñar la imagen y cartelería del proyecto.
El alumnado de 1º y 2º de educación Secundaria ha recopilado la información referente al edificio que más tarde se expondrá a los visitantes “han buscado información histórica, cultural, a nivel arquitectónico”, apunta Margarita Estévez, profesora de Educación Física, orientadora y coordinadora del Programa Innicia.
Esta información ha sido organizada y guionizada para crear una estructura que los alumnos de 3º y 4º de E.S.O. han traducido al inglés y el francés, para dar un valor añadido a las visitas “somos conocedores de que vienen muchos turísticas de distinta nacionalidad a Écija, es una forma de hacerles una acogida, y hacerles un guiño en su propio idioma, de esa manera desarrollamos las competencias lingüísticas de los alumnos, no solo en legua castellana, también en otras lenguas extranjeras”.
Por último, los alumnos de 4º de E.S.O. serán los encargados de ejercer de guías turísticos o cicerones, a los que acompañarán los alumnos de 3º de E.S.O. que serán los que recojan el testigo el próximo año.
Se espera que la iniciativa pueda recibir los primeros visitantes en el mes de abril, y nace con un objetivo de continuidad que sirva para potenciar las competencias del alumnado e inculcarles el espíritu emprendedor “que sean emprendedores y que sean creadores de iniciativas”.
Los visitantes podrán conocer principalmente los claustros del convento, no podrán visitar la iglesia ya que se encuentra cerrada desde 2019 cuando se detectaron deficiencias estructurales. La visita se completará con una exposición de maquetas de edificios históricos de la ciudad realizados por el abuelo de alumnas del centro y que han sido cedidos por la Hermandad de la Merced.
El convento
En 1509 los hermanos Mercedarios Calzados fundan en Écija el convento de San Pedro Nolasco, aunque pronto se le conocería como el de Nuestra Señora de la Merced o Mercedes.
La primera ubicación del convento fue extramuros, al otro lado del río Genil, en la zona conocida como Mesón de la Foronda.
En 1543 el desbordamiento del río Genil provoca importantísimos daños en el convento, quedando en pie solo la iglesia. De este suceso existe una pintura en la iglesia de la Merced donde se recoge los daños que provocó la inundación.
Dos años después de la riada, los religiosos deciden trasladarse a otro punto más alto de la ciudad; el Altozano, lugar que aún ocupa. En el grabado que el artista Georgius Hoefnagle, hizo de una vista de Écija en 1567, se puede ver la cruz que se levantó en el lugar que ocupaba el convento.
Los Mercedarios Calzados ocuparon el convento hasta 1835, año del Decreto de desamortización que suprimía monasterios y conventos.
En 1868 el edificio se cede a la Sociedad de las Señoras de San Vicente de Paúl, para asilo de niñas huérfanas. De la educación de estas niñas se hacen cargo las Hermanas Carmelitas de la Caridad, después llegarán las Hijas de la Caridad.
En 1895 se inicia la relación de la ciudad y del Convento de la Merced con las Hijas de María Auxiliadora, la cual se mantiene a día de hoy.