Desde finales del mes de julio un brote de COVID-19 se encuentra activo en la residencia de mayores Vitalia de Écija, donde varios residentes han fallecido siendo positivos por coronavirus. Esta situación va a ser investigada por la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, desde donde la han incorporado a la queja de oficio sobre la situación de las residencias de mayores en Andalucía abierta desde el inicio de la pandemia.
Vinculado al brote de la residencia Vitalia de Écija se han registrado varios fallecimientos, los cuales, en una nota de prensa lamenta Jesús Maeztu, Defensor del Pueblo Andaluz “el lamentable suceso del fallecimiento de varias personas residentes”.
En el transcurso de esta queja de oficio sobre las residencias andaluzas, la Institución ha ampliando su investigación a varios de estos centros específicos donde se han producido los casos más preocupantes, entre ellos, ahora los últimos brotes detectados en residencias de Alcalá de Guadaíra, Sevilla y Écija. En todos estos casos, ha solicitado a la Administración información sobre los criterios aplicados para la detección diagnóstica de posibles contagio vírico de personal de dichos centros residenciales de mayores así como aquellos aspectos específicos que ayuden a esclarecer y poner medidas para evitar que se reproduzcan estas situaciones.
Fruto de esta queja, el Defensor del Pueblo andaluz se ha dirigido a las consejerías de Salud y Familias, y de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, interesándose por las medidas específicas adoptadas para la salvaguarda de la salud de las personas mayores residentes en estos centros de Andalucía, cualquiera que sea su titularidad, frente al riesgo de contagio por COVID-19; concretando cuáles sean y desde cuándo se aplican, así como las actuaciones de coordinación entre ambas consejerías.
También ha mantenido reuniones con asociaciones de mayores y entidades sociales que trabajan en estas residencias y con gestores de algunos de estos centros y personal sanitario y prestadores de otros servicios de los mismos. De la ingente información obtenida de estas fuentes diversas, el Defensor ha demandado “la imperiosa necesidad de extremar las precauciones y medidas de protección de las personas mayores que viven en residencias, como colectivo de especial vulnerabilidad por la limitación de sus capacidades y su exposición al contacto humano, al depender absolutamente del mismo para su supervivencia ordinaria”.
En todas las ocasiones, el Defensor del Pueblo andaluz ha mostrado su enorme preocupación por el devenir de las personas mayores que viven en centros residenciales en nuestra Comunidad y ha hecho un llamamiento público ante el Parlamento de Andalucía, defendiendo la necesidad de priorizar “crear un sistema integral de atención a las personas mayores”. “Es preciso aplicar medidas preventivas de salud más rigurosas, intensas y sostenidas en el tiempo en los centros residenciales, tanto para las personas residentes como para el personal que presta servicio en los mismos. Hay que alcanzar una economía de cuidados, con especial atención a la población de mayores, para comprender sus problemas de soledad, aislamiento, … y dentro de ello, analizar que los mayores están todavía más solos fuera de su casa, en las residencias», ha subrayado el Defensor, Jesús Maeztu.