.-La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha hecho entrega al Ayuntamiento de Écija de las obras de emergencia que se pusieron en marcha el pasado año tras los episodios de intensas lluvias ocurridos en 2010. Ante esta situación, la Consejería de Medio Ambiente declaró de emergencia las obras destinadas a prevenir futuros episodios de inundaciones a partir de nuevas infraestructuras y a reparar y adecuar las existentes que fueron dañadas por las fuertes avenidas.
Tras un año de trabajo las obras en Écija se encuentran finalizadas y han sido recepcionadas por el ayuntamiento, que asumen así la titularidad de las nuevas infraestructuras. Para el delegado provincial de Medio Ambiente, Javier Fernández, la culminación de estas obras garantiza la respuesta de la localidad ante posibles episodios de lluvias intensas como los ocurridos en los inviernos anteriores y aumenta la seguridad ciudadana.
En Écija la situación del casco urbano, atravesado por el río Genil y el arroyo Argamasilla, mantenía a la localidad en un especial riesgo de inundaciones. Además del encauzamiento del Arroyo Argamasilla -actualmente en ejecución- para ampliar exponencialmente la capacidad de caudales y derivarlos fuera del núcleo urbano, se declararon una serie de trabajos de emergencia que pretendían proteger la localidad de las crecidas del arroyo Argamasilla y Físico. Con una inversión de tres millones y medio de euros, estos trabajos se centraron fundamentalmente en la limpieza del viejo cauce soterrado del Argamasilla, donde las conducciones, con aproximadamente 1.800 metros de longitud, quedaron expeditas tras retirarse 4.000 metros cúbicos de residuos.
Se levantaron además dos diques de contención provisionales para regular la entrada en Écija de los cauces del Argamasilla y Físico. El primero de ellos dispone de una capacidad para retener un volumen aproximado de unos 32.000 m3. En el caso del Físico, el dique levantado permite un volumen de embalse aproximado de 31.000 m3. Para limitar el caudal de entrada en el colector, conjuntamente con estos diques, se dispuso una compuerta de regulación en la embocadura del Argamasilla, a su entrada al núcleo urbano. Por último, para mejorar el sistema de protección de la ciudad ante las crecidas del Genil, se procedió a la puesta en funcionamiento de las estaciones de bombeo para elevar las aguas de lluvia de la red de colectores hacia el río.