No es un fenómeno excepcional, pero si está siendo más intenso que en otras ocasiones. Hablamos de la calima, partículas muy pequeñas de polvo en suspensión que desde primeras horas del martes han llegado a la península ibérica procedente del Sahara como consecuencia de la borrasca Celia. Como consecuencia de esta calima gran parte del país, y Écija es un ejemplo, ha amanecido teñida de un tono anaranjado.
Las primeras luces del día ya dejaban ver una estampa poco habitual. Sobre el cielo de Écija se mantenía una especie de niebla de un color anaranjado que se ha mantenido durante todo el día, como muestra la imagen que nos ha cedido Paloma toma desde el Cerro de San Cristóbal.
Esta niebla es polvo en suspensión que la borrasca Celia ha desplazado hasta la península y que se ha ido depositando en el suelo por gravedad, en un principio, lo que se conoce como deposición seca, y después como consecuencia de lluvia en forma de barro.
Las calles, coches, mobiliario urbano, patios, balcones o tejados, han amanecido con una considerable capa de polvo, que se ha seguido depositando según avanzaba la jornada, reforzando de este modo la tonalidad anaranjada durante todo el día.
Además de la excepcionalidad de verlo todo con esta tonalidad, la calima también empeora la calidad de aire y por ello se recomienda a las personas con enfermedades respiratorias evitar salir en la medida de lo posible a la calle y en cualquier caso con mascarilla de alto nivel de filtración y bien ajustada. Tampoco se recomienda la práctica deportiva en el exterior.
La Policía Local de Écija ha publicado en sus redes sociales esta recomendaciones, así como la de mantener cerradas ventanas y puertas en las viviendas y limpiar los parabrisas de los coches antes de usarlos.
Según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), esta situación se mantendrá unos días y no será hasta el jueves cuando la borrasca se aleje de la península. El miércoles seguirá existiendo alta concentración de polvo en suspensión.