Considerado como el más grande de los judíos al contar con la confianza del monarca Alfonso XI, quien le puso al frente de todo su reino, Yosef Halevy Ben Efraim, conocido entre los cristianos como Don Yosef de Écija, será ahora, en pleno siglo XXI, quien de nombre a una ruta turística dentro del proyecto “Villas Judías”
El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha presentado el producto turístico ‘Villas Judías’, con el que se pretende incrementar la oferta cultural de la provincia mediante la difusión del legado sefardí en el territorio de los pueblos sevillanos.
Como primera actuación dentro del proyecto, la Diputación de Sevilla, a través de Prodetur, ha editado una publicación bajo el mismo título, ‘Villas Judías’, “que trata dar una visión lo más completa posible del legado de la cultura sefardí, específicamente, en nuestra provincia”, en palabras de Rodríguez Villalobos.
En la publicación se recogen aspectos relacionados con la cultura judía de Sefarad, como la gastronomía (incluyendo recetas en las que se explican la influencia de estos platos en nuestra cocina actual); la música; personajes destacados judíos sevillanos; el ladino o lengua de los judíos sefardíes y su pervivencia en el tiempo; o las festividades de la comunidad judía.
Tras este repaso histórico-cultural, la guía se recorre 11 municipios sevillanos que, por su historia o herencia, pueden ser considerados como “Villas Judías”.
La guía propone cuatro rutas para realizar en coche, tomando como argumento a personajes judíos ilustres o históricos. Estas rutas son: Alcalá de Guadaíra – Carmona (ruta en recuerdo al personaje conocido como La Susona, quien fuera cabecilla de una de las conspiraciones judías, en el año 1490); Marchena- Écija ( ruta vinculada a Don Yusuf de Écija, tesorero del rey Alfonso XI); Utrera- Lebrija (destacando al personaje de Samuel Leví, hombre de confianza del Rey Don Pedro); y Sierra Norte (ruta por esa comarca sevillana, con la que se rinde recuerdo a Samuel Abrabanel, conocido como Juan de Sevilla, personaje influyente en la corte de Enrique II).
En un último apartado de la guía, se recogen los recursos turísticos de todos estos municipios, incluyendo alojamientos, establecimientos de restauración, lugares de interés, monumentos, etc.
Prodetur está diseñando una serie de acciones estratégicas para promocionar este producto turístico. Entre estas actuaciones se contempla la adhesión a la Red de Juderías de España- Caminos de Sefard, con la consiguiente involucración de su estrategia de comercialización en red. También se contempla establecer contactos con la Federación de Comunidades Judías de España, al objeto de promover, a través de este organismo, el conocimiento y la visita a la provincia de Sevilla, basada en el legado sefardí. Por otra parte, se trabaja, asimismo, en la difusión de la gastronomía sefardí, en colaboración con la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla, entidad con la que se pretende promover el producto turístico desde el punto de vista gastronómico, a través de jornadas específicas.
Yosef Halevy Ben Efraim
Don Yusuf de Écija, almojarife y recaudador de impuestos y tesorero del monarca. Con el tiempo demostró hasta tal punto su inteligencia y lealtad, que llegó a ser miembro del consejo privado de Alfonso XI, quien le puso al frente de todo su reino y llegó a ser el más grande de los judíos. Según documentos de aquella época, fue hombre fiel a su pueblo y a su religión. Edificó una sinagoga en Sevilla y en su ciudad natal dedicó ciertos terrenos “al ser- vicio de Dios”, para sufragar las necesidades del maestros y de los discípulas de la academia talmúdica local, y adquirir objetos de culto para la sinagoga del de la comunidad.
Texto sobre la historia del judaímos en Écija*
Fue esta ciudad andaluza la patria del arcediano Ferrant o Ferrán Martínez, antisemita instigador de la terrible matanza que segó la vida de unos 50.000 judíos en toda la península en los disturbios que inició en Sevilla en 1391.
Écija tuvo su propia aljama y su hijo predilecto habría sido Yosef Halevy Ben Efraim, conocido entre los cristianos como Don Yosef de Écija, que fue designado almojarife mayor, es decir recaudador de impuestos y tesorero del monarca. Con el tiempo demostró hasta tal punto su inteligencia y lealtad, que llegó a ser miembro del consejo privado de Alfonso XI, quien le puso al frente de todo su reino y llegó a ser el más grande de los judíos. Según documentos de aquella época, fue hombre fiel a su pueblo y a su religión. Edificó una sinagoga en Sevilla y en su ciudad natal dedicó ciertos terrenos “al servicio de Dios”, para sufragar las necesidades del maestro y de los discípulos de la academia talmúdica local, así como para adquirir objetos de culto para la sinagoga del de la comunidad. Pero en 1390, el arcediano Ferrán ordenó su destrucción, sin tener en cuenta las recomendaciones en sentido contrario formuladas por el rey Enrique el Doliente.
En documento de 21 de Marzo de 1395 el concejo de Carmona da cuenta al rey a requerimiento de éste, de las circunstancias en que fue derribada su sinagoga “quando acaesció el robo e la muerte de los judíos de esta villa”. Declaran que “al tiempo que los judios de… Sevilla fueron robados”, corrió la fama en esta villa de Carmona “que todas las sinogas de los judios de la otra cibdad que las havian derribado, por lo qual, sennor, algunos omes mundanales e otros que se ajuntaron muchos dellos e fueron a la dicha sinoga desta villa e derribaron el techo della e alguna parte de las paredes, de lo qual, sennor, pesó muwcho a nos e fesimos mucho por la amparar que la non derribasen, e non podimos y mas faser por el alboroço grande de la gente que y estava…”.
Judería de Écija
Ningún recuerdo vivo queda de la judería de Écija, la cual fue destruida y abandonada tras los disturbios originados por el arcediano Ferrand Martínez.
Los pocos datos conservados que aseguran la existencia de una judería en la histórica Écija atestiguan que no fue de gran tamaño pues, en las cuentas del rey Sancho IV aparece con una cotización de tan sólo 5.000 maravedíes. Hay, igualmente, constancia de la existencia de una sinagoga y una “madrisa” construidas precisamente con la ayuda de don Yosef Halevy Ben Efraim.
Fue en 1390 cuando, el tristemente célebre arcediano mandó destruir la sinagoga de Écija, junto a la de Alcalá de Guadaíra, Cantillana y Coria. Ni del lugar exacto de la ubicación de la sinagoga, ni de las calles que podrían configurar la judería existe referencia alguna. En conformidad con los documentos relacionados con la fundación de la sinagoga a expensas de don Yosef, a lo más que se llega es que se encontraba a la parte del muro del alcázar viejo.
Otras fuentes señalan, sin embargo, que la actual calle Rejón pudo ser el lugar que acogiera la sinagoga, siendo probablemente la misma calle la residencia de dicha comunidad.
Fuente: Centro de documentación y Estudios Moisés de León (sefardies.es)
La guía se puede consultar y descargar aquí