Personal de una empresa fabricante de profilácticos detectaba semanas atrás en un control rutinario en un supermercado de Écija una partida de preservativos que debería de haber sido destruida por distintos motivos determinados por el fabricante.
Este lote de preservativos no debería de estar en el mercado y por ello se dio inicio a una investigación que ha concluido con la detención de tres personas por un presunto delito contra la salud pública, por haber vendido presuntamente una partida de 800.000 preservativos en mal estado.
Estas 800.000 unidades habían sido mandadas a Guadalajara para su destrucción por diversos motivos. Así, parte de ellos tenían algún defecto de fabricación, incumpliendo las medidas de seguridad e higiene dispuestas por la empresa fabricante, y otros lotes por estar caducados o próximos a caducar, por lo que ninguna de las unidades podía ser puesta a la venta.
Por ello, el fabricante mandó estos lotes a la empresa con sede en Guadalajara dedicada a la gestión integral de residuos peligrosos y no peligrosos para su destrucción.
En un principio se detectó una partida de 286.000 que se habían puesto a la venta, por lo que la compañía fabricante efectuó la correspondiente denuncia, iniciándose la investigación por la Brigada Provincial de Policía Judicial de Guadalajara.
Fruto de esta investigación se ha procedido a la detención de dos empleados de la empresa encargada de la destrucción de estos profilácticos, que se pusieron de acuerdo con una tercera persona, propietaria de un almacén dedicado a la venta de stocks procedentes de liquidaciones y excedentes de producción y que fue la encargada de vender estos productos.
Se ha conseguido localizar e inmovilizar la mayor parte de estos profilácticos antes de su venta al público evitando de este modo «un grave riesgo para la salud pública».
Los detenidos, que carecen de antecedentes policiales, junto con los efectos incautados, han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.