Desde el 9 de febrero de 2024 dejará de ser obligatoria en Andalucía el uso de la mascarilla en los centros sanitarios, pasando su uso a recomendación.
La decisión se toma después de conocer y analizar por parte de los expertos en materia de Salud Pública las tasas de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) en la comunidad autónoma, que descienden por tercera semana consecutiva a 360 casos por cada 100.000 habitantes.
Desde la Consejería de Salud y Consumo se continúa recomendando el uso de la mascarilla en centros sanitarios, transporte público o lugares con alta concentración de personas, como bibliotecas o centros comerciales, ya que los virus siguen en circulación. En este sentido, inciden en el uso de la mascarilla por parte de los colectivos vulnerables –mayores de 60, personas con patologías crónicas o embarazadas–, así como por parte de todos aquellos que presenten síntomas de virus respiratorios –tos, estornudos, fiebre–.
Hospitales Fase 0
Además, los hospitales andaluces se encuentran de media en Fase 0 del Plan de Alta Frecuentación, lo que implica que a nivel global se ha producido un incremento menor del 10% en el porcentaje del número de urgencias que acuden al hospital durante tres días consecutivos.
En concreto, el 70,59% de los centros hospitalarios están en nivel 0 del Plan, es decir, 36 de los 51 hospitales han registrado un incremento del número de urgencias en tres días consecutivos por debajo del 10%; el 15,69% (8 hospitales) se encuentran en Fase 1, el 13,73% (7 centros) se encuentran en Fase 2. No hay hospitales en Fase 3, según ha informado hoy en Córdoba la directora gerente del SAS, Valle García. En la rueda de prensa han participado también la subdirectora de Gestión Hospitalaria del SAS, María José Ferrer, y ha asistido el director gerente del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, Francisco Triviño.
Valle García ha detallado cómo funciona el Plan y qué aspectos se monitorizan cada día en todos los centros asistenciales de la sanidad pública andaluza y ha incidido en que son datos oscilantes que pueden cambiar en cuestión de horas o, incluso, de minutos.