Un espectáculo de fuegos artificiales ha servido para poner punto y final a cinco días de fiesta en los que hay que destacar la ausencia de incidentes significativos y donde la reorganización del recinto ferial y sus inmediaciones, ha sido protagonista de debates, críticas y opiniones.
La feria también ha estado marcada por la meteorológica, ha llovido todos los días al igual que en gran parte de Andalucía y esto, puede haber beneficiado a la fiesta al provocar que muchos ecijanos hayan descartado viajes que habitualmente realizan aprovechando estas fechas.
Aun no existe una valoración oficial, pero a simple vista el ferial a presentado una buena presencia de público, principalmente viernes y sábado, donde desde primeras horas de la tarde ha sido habitual ver grupos de amigos y familias paseando o en el interior de las casetas, quizás motivados por la temperatura que no ha sido tan elevado como en otras ediciones.
Uno de los éxitos de la edición a la que se ha puesto punto y final este domingo ha sido la zona dedicada a casetas de un público más joven. Durante los días de feria, en horario de tarde y especialmente noche, ha presentado un buen aspecto, convirtiéndolo en uno de los puntos de reunión de la fiesta.
En materia de seguridad se hace preciso destacar la falta de incidentes significativos, solo algunas reyertas o discusiones que se han solventado sin mayor problema, para ello se ha contado como todos los años con un dispositivo especial de feria en el que han intervenido Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil y sanitarios, así como bomberos desde el parque.
La Feria de Écija se cierra con muchas cuestiones en el aire: de un lado se tendrá que hacer una valoración de los cambios realizados, entre los que ocupa un especial lugar la ubicación de algunos negocios como la tómbola que no han dejado contento a nadie, o negocios de comida frente a casetas que han restado negocio a estas, por otro lado se debería de realizar un exhaustivo análisis sobre el bajo número de casetas y como remediar situaciones como las vividas en una de las calles del ferial donde al última hora solo se ha instalado una caseta, quedando un gran trozo de parcela sin ocupar.
En definitiva, concluye una feria en la que al contrario de lo que se pueda pensar, ha acompañado el tiempo, provocando que más ecijanos se queden en la ciudad y acudan de este modo al ferial, y en la que los cambios no han dejado indiferente a nadie.