Las cuerdas se suelen romper por la parte más débil, y prueba de ello es lo ocurrido tras una nueva derrota del Écija Balompié, en este caso por goleada y en casa. José Manuel Borja ha presentado su dimisión como entrenador del conjunto astigitano, pero de ser justos y honrados, más de uno debería de haber seguido sus paso.
La imagen ofrecida por el equipo este domingo ante su afición; esos que han pagado religiosamente -en muchos casos con esfuerzo- sus abonos o entrada para ver un partido de fútbol, ha sido lamentable, y aún así se pueden sentir afortunados de haber recibido solo cinco goles.
José Manuel Borja ha reconocido en su intervención ante los medios que como entrenador ha sentido vergüenza de la imagen ofrecida por el equipo, y que esto solo es la gota que ha hecho rebosar el vaso. El ya ex entrenador del Écija Balompié ha reconocido que “la situación ha llegado a un punto que es insostenible” y que “cuando no se puede lo mejor es retirarse, apartarse, y que llegue alguien que sea capaz de reconducir la situación”.
Detrás de las palabras de Borja hay algo más que la valoración de un partido que se ha perdido por derrota, está la decepción de alguien que siente los colores y que la situación del equipo le duele.
Muchos han visto en la actitud de la plantilla una forma de “hacerle la cama” al mister ante la llegada del nuevo mandatario, y pueden que no vayan mal encaminados, ahora tendrán que demostrar que son dignos de llevar la camiseta del club.