Ana María Muñoz Custodio 1908-1976 (Ana María Custodio), nace en Écija el 19 de marzo de 1908. La profesión de su padre como militar, hace que a los siete años de edad marche hasta Madrid, donde estudio en el Colegio de las Damas Negras. No seria este el único traslado de su familia, ya que durante un tiempo reside en Marruecos, algo que le proporciona el perfeccionamiento de idiomas como el francés y el ingles, algo que le sería muy útil a lo largo de su carrera.
Su mayoría de edad le deja dos momentos importantes en su vida. Con tan solo 18 años contrae matrimonio por primera vez y debuta en el teatro con la compañía de Ricardo Baeza, con la que vuelve a viajar, en esta ocasión motivado por su recién estrenada profesión.
En su primera aventura teatral viaja hasta América, donde cambia de compañía y se enrola en la de Lola Membrives, con la que vuelve a España, donde comienzan sus éxitos y su consagración como actriz, de esto tuvo mucha culpa la comedia de los hermanos Álvarez Quintero “Doña Hormiga”, donde participa como primera actriz.
Mientras que su carrera crece como la espuma, su vida sentimental se derrumba y dos años después de su matrimonio, se divorcia.
Llegada a Hollywood de Ana María Custodio
Con 23 años recién cumplidos forma parte de la segunda expedición de actores que desembarcaban en Hollywood para interpretar las denominadas «spanish versions», versiones, o mejor dicho, copias en español de las producciones cinematográficas de la meca del cine. De este modo comienza la relación de Ana María Custodio con el séptimo arte, ya que apenas unos meses antes su vida profesional como actriz se vinculaba al teatro.
Ana María Custodio llega a Hollywood de la mano de un representante de la Fox, Mister Stone, que llego a España en busca de nuevos valores que pudieran interpretar en español una serie de películas norteamericanas.
Stone –tal y como ella misma cuenta- la visito en el Teatro Lara y le propuso la idea, ella sin pensarlo, aceptó aun sin tener ninguna experiencia en el mundo del cine aunque la idea ya rondaba por su cabeza.
Contrato con la FOX
Ana María firmo el 28 de marzo de 1931 un contrato por seis meses con la Fox, lo que le reportaba semanalmente 400 dólares. Durante este periodo de tiempo interpreto cuatro películas, tres de ellas dirigidas por David Howard, «Cuerpo y alma«, «¿Conoces a tu mujer?» y «Eran trece«. Por último, antes de su vuelta a España, participo en “Mi ultimo amor”, dirigida por Lewis Seiler.
Tras su llegada a la península volvió al teatro, hasta que en 1935 toma de nuevo contacto con el cine. Sería con el director Luís Marquina -tras el que se encontraba Luís Buñuel aunque no aparecía en los créditos- con quien debutaría en el cine español .La película en cuestión fue “Don Quintin el amargao”. Tras esta llegarían, «Centinela alerta!» (1935), dirigida por Jean Gremillon y de nuevo Luis Buñuel y «El bailarín y el trabajador» (1936), una comedia de Luis Marquina. Antes del comienzo de la guerra y de tenerse que exiliar, Ana María interpreta “Nuestra Natacha” (1936), de Benito Perojo.
Exilio
En su huida de España, junto con su hermano el guionista Álvaro Custodio y su marido el compositor Gustavo Pittaluga, viajo a Cuba y después a New York para finalmente instalarse en México en 1944, donde retomo su relación con el cine ese mismo año con la película “Cuando escuches este Vals”, una producción mejicana dirigida por José Luis Bueno. Aquí da comienzo un nuevo “parón” en su carrera cinematográfica, que se vuelve a retomar en 1951 con “Alba de América”, de Juan de Orduña. Varios años después llegaría una coproducción hispano-mejicana dirigida por Luis María Delgado “La estrella del Rey” (1957), que le abre las puestas para participar en una de los éxitos del cine español de finales de los cincuenta, “¿Donde vas Alfonso XII?” (1958), interpretando a la Duquesa de Momtpensier y compartiendo cartel con Vicente Parra y Paquita Rico entre otros y dirigida por Luis César Amadori. Dos años después llegaría la secuela “Donde vas triste de ti” (1960), dirigida en esta ocasión por Alfonso Balcázar.
1960 significa para Ana María Custodio uno de sus años más intensos con relación al trabajo, ya que junto a “Donde vas triste de ti”, trabaja en “Trío de damas”, dirigida por Pedro Lazaga e interpretada por Paco Rabal, Laura Valenzuela, José Luis López Vázquez e Ismael Merlo. También trabajo a las órdenes de José Antonio Nieves Conde, en la película “Don Lucio y el hermano Pio”, con Toni Leblanc y José Isbert. Este mismo año también se estreno “Mi calle”, de Edgar Neville y protagonizada por Adolfo Marsillach y Roberto Camardiel.
Con Marisol
En 1961 una niña rubia era ya una estrella del cine, hablamos de Pepa Flores “Marisol”, quien protagonizaba “Ha llegado un Ángel” (1961), de Luis Lucía y con la participación en el plantel de actores de la ecijana Ana María Custodio. Al año siguiente llegaría “Su alteza la niña”, de Mariano Ozores con José Luis Ozores y Antonio Ozores. En ese mismo año “La cara del terror”, con Fernando Rey en la interpretación e Isidoro Martínez Ferry en la dirección y “El escándalo” dirigida por Javier Setó. Un año más tarde trabaja a las ordenes de Fernando Fernán-Gómez, en “El mundo sigue”.
Ana María Custodio contaba con 57 años cuando participa en una coproducción hispano-italiana, la película que dirige Maury Dextro “El proscrito del río Colorado” (1965) que tiene como protagonista al estadounidense George Montgomery. En 1966 Ana María vuelve a coincidir en un film con Vicente Parra en “Buenos días, condesita”, de Luis César Amadori. El cartel lo completan, Rocío Durcal y Gracita Morales.
Oso de Plata
Cuando la década de los 60´s esta llegando a su final y con ella la carrera cinematográfica de Ana María, llega su mayor reconocimiento internacional. Ana María forma parte del cartel que conforma la película “Peppermint frappe” (1967), que obtiene el Oso de Plata en el Festival de Berlín. La película cuenta además con Geraldine Chaplin, José Luis López Vázquez y Alfredo Mayo, y esta dirigida por Carlos Saura. Ese mismo año participa en “Los que tocan el piano”, de Javier Aguirre.
Ana María Custodio finalizó a los 63 años su relación con el séptimo arte con “Sei simpatiche carogne” (1968) de Robert Fiz, “El Ángel” (1969), bajo la dirección Vicente Escrivá y que protagonizaba el cantante Ráphael y por último «Nada menos que todo un hombres«, con Paco Rabal como protagonista
Cinco años después de su último trabajo cinematográfico, el 10 de abril de 1976, Ana María Muñoz Custodio, fallece a los 68 años de edad.
Filmografía
- Cuerpo y alma – David Howard -1931
- ¿Conoces a tu mujer? – David Howard – 1931
- Eran trece – David Howard – 1931
- Mi último amor – Lewis Seiler – 1931
- Centinela alerta! – Jean Gremillon – 1935
- Don Quintin el amargao – Luis Marquina – 1935
- El bailarín y el trabajador – Luis Marquina – 1936
- Nuestra Natacha – Benito Perojo – 1936
- Cuando escuches este Vals – José Luis Bueno – 1944
- Alba de America – Juan de Orduña – 1951
- La estrella del Rey – Luis María Delgado – 1957
- ¿Dónde vas, Alfonso XII? – Luis Cesar Amadori – 1958
- ¿Dónde vas, triste de ti? – Alfonso Balcazar – 1960
- Mi calle – Edgar Neville – 1960
- Don Lucio y el Hermano Pío – José A. Nieves Conde – 1960
- Trío de damas – Pedro Lazaga – 1960
- Il Magistrato – Luigi Zampa – 1960
- Ha llegado un ángel – Luis Lucía – 1961
- Pecado de amor – Luis César Amadori – 1961
- El escándalo – Javier Setó – 1962
- Su alteza la niña – Mariano Ozores – 1962
- La casa del terror – Isidoro Martínez Ferry – 1962
- Der Teppich des Grauens – Harald Reinl – 1962
- El mundo sigue – Fernando Fernán-Gómez – 1963
- Las hijas de Helena – Mariano Ozores – 1963
- Una chica casi formal – Ladislao Vajda – 1963
- Gunfighters of Casa Grande – Roy Rowland – 1964
- El proscrito del río Colorado – Maury Dextro – 1965
- El Diablo también llora – José Antonio Nieves – 1965
- Buenos días, condesita – Luis Cesar Amadori – 1966
- Viaggio di nozze all´italiana – Mario Amendola – 1966
- Peppermint frappe – Carlos Saura – 1967
- Los que tocan el piano – Javier Aguirre – 1967
- Sei simpatiche corogne – Robert Fiz – 1968
- El Ángel – Vicente Escrivá – 1969
- Un atraco de ida y vuelta – Robert Fiz – 1969
- Nada menos que un hombre – Rafael Gil – 1971
Entrevista
Tras su llegada de Hollywood, la entrevisto la revista Cinegramas
.-La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, recoge una entrevista que Florentino Hernández Girbal, realizó a Ana María Custodio, pocos años después de su llegada de Hollywood y donde ella hablaba de cómo había sido su experiencia en la meca del cine.
Entrevista publicada el 10 de marzo de 1935
-Pues usted dirá qué quiere que le cuente para los lectores de CINEGRAMAS.
–Algo de su vida en Hollywood.
-¿De mi vida en Hollywood? -repite preguntando, en tanto se dirige al espejo para arreglar sobre la mejilla el maquillaje rojizo de la escena.
–De su vida, de su trabajo, de sus películas; de todo.
Ana María comienza a hablar, luego de una pausa. Según se expresa, su mano fina golpea sobre la manga de mi abrigo.
-Yo estaba muy lejos de suponer que esto del cine habría de tener para mí una tan rápida realidad. ¡Fue todo tan inesperado!…
–Cuente.
-Yo estaba aquí, en Lara, como dama joven. Un buen día recibí la visita de míster Stone, delegado de la Fox que venía a España para contratar actores con destino a las versiones españolas de las cintas yanquis. Me ofreció un contrato que me pareció ventajoso, y acepté.
–¿Había usted hecho cine alguna vez?
-Nunca. Ignoraba lo que era la vida de un Estudio. El cine me gustaba, claro es, y hasta más de una vez acaricié la idea de aparecer en la pantalla; pero ¡lo veía tan lejos!…
–¿Usted fue sola?
-No. Salí con la segunda expedición de actores. La componíamos Carmen Larrabeiti, su esposo, Carlos Díaz de Mendoza; Miguel Ligero y yo. Ardíamos en deseos de pisar Hollywood; llevábamos la cabeza, ¡cómo no!, llena de ilusiones, aunque en lo hondo yo me tracé una interrogación: «¿Serviré?».
–Cuénteme detalles de su llegada.
-Hollywood me hizo un efecto magnífico. Según fui conociéndole después, pude apreciar que allí todo el mundo goza de una libertad sin límites. Es algo único.
–¿Empezó a trabajar en seguida?
-Lo primero que hicieron al llegar al Estudio fue ofrecernos una recepción. Después me llevaron a la sala de proyecciones, donde vi la versión inglesa de Cuerpo y alma, que yo habría de hacer en español, con Jorge Lewis como galán
-Los yanquis copiaban entonces exactamente, detalle por detalle, en las versiones extranjeras la versión original.
-Sí, señor; puede decirse que todas eran, no una adaptación a cada lengua, sino una traducción literal.