Seguramente muchas personas te han halagado, otras te han envidiado, porque, ¿quién no dudaría nacer en tu seno, en tu tierra? ¿quién no moriría de ganas de tener una mínima parte de tu encanto?
Nosotros, los ecijanos y ecijanas, los que te queremos, los que te añoramos cuando estamos lejos de ti, no sabemos ni lo que tenemos.
Tu luz, tu arte, tus recuerdos perdurarán a lo largo de tu historia. Han pasado generaciones y generaciones por ti, y nosotros, algún día, nos iremos y seguirán contigo nuestros hijos y nietos.
“Ciudad del Sol”, la luz que desprendes es especial. ¡Qué belleza! ¡qué alegría!, te iluminas con reflejo dorado en tu cielo, eres una tierra bendecida desde antaño.
Eres la “Sartén de Andalucía”, pero nosotros te queremos igual, todos tenemos defectos y unos meses podemos aguantar. También te dicen la “Ciudad de las Torres”, quien pasa cerca de ti, sabe el motivo.
Y yo me pregunto: ¿cómo es posible que nadie haya aprovechado tu arte, tus monumentos, tu pasado; en definitiva, tu Cultura para potenciar el Turismo? ¿cómo pueblos vecinos, con menos de la mitad de tu encanto, son más visitados?
Cualquiera que haya nacido en tus entrañas, que haya vivido en tus barrios, que haya pasado por tus calles, se pone las manos en la cabeza al ver esta situación tan lamentable.
Eres tierra taurina, Cofrade y flamenca. Aquí han nacido toreros importantes, como “El Ecijano”, Bartolomé Jiménez, Jaime Ostos o Pepe Luis Vargas. Aquí la Semana Santa no es una actividad religiosa, es un Sentimiento que permanece todo el año, siendo de las más antiguas de España y una de las localidades andaluzas con mayor número de cofradías por habitantes, nada que envidiar a la capital. Aquí no hay niña que no haya estado en una academia de baile, ser flamenca es una costumbre.
Sigo sin entenderlo, ¿no tienes suficiente Patrimonio para ser visitada o no han sabido darte a conocer, llevarte al exterior, atraer al turista?
Yo, sinceramente, considero que no te han dado la suficiente publicidad, el impulso que te mereces.
Tu Patrimonio es impresionante. Palacio Peñaflor con los balcones largos, Palacio Benamejí, Palacio del Conde de Palma; Iglesias de Santa Cruz, Santa María, Santiago, San Gil, Santa Bárbara, el Carmen, San Juan, Santo Domingo, la Victoria; Conventos de la Filipenses, de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción (las Marroquíes), de Carmelitas descalzas de San José, conocido popularmente como el Convento de Las Teresas, produciéndose hoy en día el expolio de sus bienes muebles, sin pensar en ti.
¿Sigo? Pues sí, quiero hacer hincapié en dos joyas de tu historia.
La primera, la Iglesia de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, sí, la conocida Iglesia de los Descalzos, restaurada y declarada Bien de Interés Cultural. Una belleza barroca que debería estar abierta al público todos los días, al igual que todas las Iglesias y monumentos ecijanos.
La segunda joya, en auge, es el Parque Arqueológico Reales Alcázares, donde a finales de febrero hallaron un edificio romano de hace dos mil años. Qué ironía, “El Picadero”, zona marginal que vivía de espaldas a la ciudad y escondía en sus cimientos la supuesta “Pompeya Andaluza”. Qué historias ocultas y cuántas cosas descubriremos de ti a lo largo de nuestra vida.
Otro motivo más para quererte son tus callejuelas y tus típicos rincones de ensueño que nos sobrecogen y a la vez nos recrean. Calles que al cruzarlas, la luna juega con nosotros al escondite y las torres se asoman, para ser testigos mudas de nuestro peregrinar, mientras se escuchan el tañir sonoro de la esquila de algún campanario conventual.
Por último, porque no quiero sonrojarte, puedo decirte que tu gastronomía es especial, única. Salmorejo, gazpacho, sopa de gato, molletes, tortas mantecas, martinitos, yemas del ecijano; y aunque se llevaron la receta de tu postre estrella, bizcochos marroquíes, las hermanas de Santa Florentina han puesto mucho empeño para que tus habitantes sigan disfrutando de este dulce, bendecido por Dios.
Écija, tierra de los siete niños, tierra mía, después de todas estas palabras, de recordarte toda tu luz, tu arte e historia, ¿dudas de ti?
No sabemos ni lo que tenemos.
“Esta es Écija, la más fértil población de Andalucía…” (Luis Vélez de Guevara, inicio del libro “El Diablo Cojuelo”)