Artículo 36 de la Constitución de 1931: “Los ciudadanos de uno y de otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes».
La II República se constituyó el 14 de abril de 1931, elegida por hombres libres que votaron por el bien de España. En estas Cortes democráticas había representación femenina, tres mujeres con grandes dificultades en un mundo de hombres: Margarita Nelken (PSOE), Victoria Kent (Partido Republicano Radical Socialista) y Clara Campoamor (Partido Republicano Radical); estas dos últimas enfrentadas por algunos asuntos, por eso le decían irónicamente “la clara y la yema”.
El 1 de octubre de 1931 se debatió en las Cortes el artículo constitucional que daría el derecho al voto femenino por primera vez en España. Los resultados de las votaciones fueron 161 a favor y 121 en contra. Por fin la mujer podía votar aunque parte de la población dudaba si este voto sería influenciado por la Iglesia a favor de la derecha española.
Fue un cambio fundamental en el que mejoró la visión hacía la mujer, todo ello gracias a la lucha y constancia de Clara Campoamor, que trabajó con pasión por los mismos derechos que los hombres, una persona muy adelantada a su tiempo.
Se dice que el 19 de noviembre de 1933, hace 83 años, fue la primera vez que la mujer votó en unas elecciones pero tenemos que concretar que fue la primera vez que votaron en unas Elecciones Generales. Durante el mes de marzo de ese mismo año, en Marmolejo se celebraron las primeras Elecciones Locales a Juez Municipal en las que la mujer, de acuerdo con la legislación vigente, votó por primera vez. Unas 545 mujeres participaron en aquellos comicios sobre un escrutinio total de 1381 votos, según publicó el Diario Democracia.
Muchas mujeres fueron Valientes en estos tiempos donde eran un cero a la izquierda, aunque gracias a la II República mejoraron sus derechos. No podemos olvidar a Dolores Ibárruri (La Pasionaria), Julia Álvarez, María Zambrano, Federica Montseny, Victoria Kent y la propia Clara Campoamor. Mujeres que lucharon por la igualdad y por los derechos de la mujer, a pesar de sufrir en sus propias carnes el peso de sus decisiones. Fueron pilares fundamentales en esta época pero con un desagradable final: todas tuvieron que exiliarse de España en la Dictadura.
Como también fueron Valientes Carmen Barrero, Martina Barroso, Blanca Brisac, Pilar Bueno, Julia Conesa, Adelina García, Elena Gil, Virtudes González, Ana López, Joaquina López, Dionisia Manzanero, Victoria Muñoz y Luisa Rodríguez; las conocidas como “Las Trece Rosas”, que fueron fusiladas únicamente por alzar la voz reclamando una sociedad justa.
Tampoco podemos olvidar a esas mujeres Valientes que ejercieron su derecho a voto y se “señalaron” en un mundo de hombres.
Las mujeres (y cualquier ciudadano libre) sólo pudieron participar en unas elecciones democráticas más, durante 1936. La Guerra Civil y la Dictadura suprimieron el voto y no se recuperó hasta las Generales de 1977, tras la muerte de Franco.
A día de hoy tenemos que agradecer la Valentía de estas grandes mujeres en una sociedad donde predominaba el machismo. Con el tiempo se ha demostrado que tienen la misma capacidad de trabajo que los hombres, que pueden gobernar con responsabilidad y que no se puede hablar de diferencias de género sino de diferencias de personas.
España aún tiene que mejorar, todavía tenemos resaca machista y poco a poco hay que superarla y poner a la mujer donde se merece, en la misma posición que el hombre, mejorando las oportunidades laborales, con una mejor conciliación familiar en el trabajo y apostando por unas alumnas con alto nivel académico, por el futuro de España.
“Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar , a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras.” Clara Campoamor
Alejandro Álvarez