El inconfundible olor a pólvora y la iluminación y el ruido de los fuegos artificiales, han puesto el punto y final a la que se podría pensar que sería la “feria de la crisis” y que por el contrario se ha desarrollado como una de la de más afluencia en los últimos años.
Sobre las doce de la noche una autentica marea humana se desplazaba hasta la portada de la feria y las inmediaciones del bulevar, para contemplar desde una buena posición, el espectáculo de fuegos artificiales que ponen la guinda a la fiesta, y que se prolongaba por aproximadamente quince minutos.
Sin bien las autoridades realizarán en los próximos días una balance oficial de la feria, lo cierto es que esta edición ha dejando en un principio un buen sabor de boca en torno a las cifras, ya que tanto a mediodía como por la tarde/noche, el recinto ferial ha registrado un gran número de visitantes.
Caballos y enganches
Si bien el primer día fue difícil ver un caballo por la feria, a partir del jueves por las calles del recinto de dejaron de verse caballos y enganches, lo que le ha dado un colorido muy especial a las tardes de feria. En la mayoría de los casos -como mandan los cánones- con sus jinetes y acompañantes ataviados con la indumentaria propia para la ocasión, las mujeres de gitana y los hombres de corto.
La Feria 2009, no ha estado exenta de peleas y altercados, siendo una de las más graves la producida en la tarde del jueves con el resultado de un joven herido con un vaso y trasladado al hospital. El balance de todos los incidentes será ofrecido por los responsables municipales.
En definitiva la Feria 2009 se despide a lo grande y haciendo olvidar por unos días la difícil situación económica que se vive internacionalmente. Ahora solo queda esperar al próximo año.